Como te
decía,considero la ansiedad como una
extraordinaria herramienta que tiene el ser humano (y, por cierto, también los
animales), que se activa en el momento en que nuestro cerebro considera que
existe un peligro real para mantener la vida. Los síntomas de la ansiedad hacen
que haya una respuesta automática de todo nuestro sistema nervioso con la
finalidad de ponernos a salvo.Así como
el animal huye del peligro o se enfrenta a él en cuanto lo detecta, los seres
humanos respondemos de la misma manera, seguimos teniendo respuestas bastante
primarias... Nuestro sistema límbico creo que tiene algo que ver con esto...
sudoración, taquicardia, palpitaciones, un nudo en el estómago, falta de aire,
la cabeza que se embota... buff, hay mas de cuarenta síntomas relacionados con
la ansiedad.
Pero, ¿qué
ocurre cuando nuestro cerebro codifica algo neutro como un peligro real? Lo que
ocurre es que el cerebro envía los mismos síntomas de ansiedad, esto es, de
huída o de evitación, como si el peligro fuera evidente. También puede ocurrir que ante una situación
de peligro real, nuestro cerebro envíe ansiedad, pero siga enviándola también
una vez acabado el peligro. Esto ocurre muchas veces en el denominado Trastorno
por estrés postraumáticoNuestro
cerebro tiene una característica muy importante. Cuando algo para él tiene una
especial importancia, es decir, cuando se produce una respuesta emocional, sea
buena o mala, el cerebro tiende a repetir esa misma respuesta ante el mismo
estímulo. Algo parecido conocemos en PNL como "anclaje". Un anclaje es una respuesta automática
asociada a un estímulo neutro, que se dispara ante la sola presencia del
estímulo (si Paulov levantara la cabeza se asombraría de lo mucho que sabemos)
Por ejemplo, las canciones o los olores son anclajes muy poderosos: olemos un
perfume u oímos una canción y despiertan en nosotros recuerdos y emociones
olvidadas desde hace muchos años, aquella primera novia, nuestro primer día de
colegio, las famosas magdalenas de Proust... Ummm, que recuerdos...
La ansiedad
funciona a través de anclajes negativos. Nos quedamos "enganchados"
en respuestas automáticas asociadas al estímulo supuesta o realmente ansiógeno.
Pero es que el cerebro tiene otra característica todavía más importante, para
bien y para mal. Si no nos quitamos algo de la cabeza, el cerebro comienza a
generalizar el estímulo a estímulos parecidos, en el significado, en la forma,
en el simbolismo, en lo que sea. Cada vez hay más estímulos que provocan la
misma reacción de ansiedad. Es la sensación que tiene la persona atrapada por
un proceso de ansiedad, que cada vez hay más cosas, situaciones, contextos, que
provocan respuestas de ansiedad. A veces la ansiedad se va a cumulando hasta
que estalla en lo que llamamos crisis de ansiedad o de angustia
Así como la
ansiedad tiene relación con miedos de futuro (¿"y si me pasa tal
cosa?"), la depresión está relacionada con culpas del pasado.
Estrés y
ansiedadEnviar esta página a un amigoShare on facebookShare on
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El estrés
puede provenir de cualquier situación o pensamiento que lo haga sentir a uno
frustrado, furioso o ansioso.
La ansiedad
es un sentimiento de miedo, desasosiego y preocupación. La fuente de estos
síntomas no siempre se conoce.
Consideraciones
El estrés es
una sensación normal que, en bajas dosis, puede ayudarlo a uno a hacer las
cosas. El estrés no afecta a todo mundo de la misma manera.
Muchas
personas sienten síntomas de estrés en el cuerpo. Usted puede experimentar
dolor abdominal, dolores de cabeza y dolor o tensión muscular.
Desde 1935,
Hans Selye, (considerado padre del estrés) introdujo el concepto de estrés como
síndrome o conjunto de reacciones fisiológicas no especificas del organismo a
diferentes agentes nocivos del ambiente de naturaleza física o química.
El estrés
(stress) es un fenómeno que se presenta cuando las demandas de la vida se
perciben demasiado difíciles. La persona se siente ansiosa y tensa y se percibe
mayor rapidez en los latidos del corazón.
"El
estrés es lo que uno nota cuando reacciona a la presión, sea del mundo exterior
sea del interior de uno mismo. El estrés es una reacción normal de la vida de
las personas de cualquier edad. Está producido por el instinto del organismo de
protegerse de las presiones físicas o emocionales o, en situaciones extremas,
del peligro".
El estrés es
la respuesta del cuerpo a condiciones externas que perturban el equilibrio
emocional de la persona. El resultado fisiológico de este proceso es un deseo
de huir de la situación que lo provoca o confrontarla violentamente. En esta
reacción participan casi todos lo órganos y funciones del cuerpo, incluidos
cerebro, los nervios, el corazón, el flujo de sangre, el nivel hormonal, la digestión
y la función muscular.
El estrés es
un estímulo que nos agrede emocional o físicamente. Si el peligro es real o
percibido como tal, el resultado es el mismo. Usualmente provoca tensión,
ansiedad, y distintas reacciones fisiológicas.
Es la
respuesta fisiológica, psicológica y de comportamiento de un sujeto que busca
adaptarse y reajustarse a presiones tanto internas como externas.
Bien ya
analizamos diferentes conceptos del estrés. Pero ahora
¿QUÉ CAUSA
EL ESTRÉS?
Según Jean
Benjamin Stora "el estrés es causado por el instinto del cuerpo de
protegerse a sí mismo". Este instinto es bueno en emergencias, como el de
salirse del camino si viene un carro a velocidad. Pero éste puede causar
síntomas físicos si continua por mucho tiempo, así como una respuesta a los
retos de la vida diaria y los cambios.
Cuando esto
sucede, (explica Jean) es como si su cuerpo se preparara para salir fuera del
camino del carro, pero usted está inmóvil. Su cuerpo está trabajando sobre
tiempo, sin ningún lugar para usar toda esa energía extra. Esto puede hacerlo
sentir ansioso, temeroso, preocupado y tenso.
¿POR QUÉ SE
PRODUCE EL ESTRÉS?
En
principio, se trata de una respuesta normal del organismo ante las situaciones
de peligro. En respuesta a las situaciones de emboscada, el organismo se
prepara para combatir o huir mediante la secreción de sustancias como la
adrenalina, producida principalmente en unas glándulas llamadas
"suprarrenales" o "adrenales" (llamadas así por estar
ubicadas adyacentes al extremo superior de los riñones). La adrenalina se
disemina por toda la sangre y es percibida por receptores especiales en
distintos lugares del organismo, que responden para prepararse para la acción:
El corazón
late más fuerte y rápido
Las pequeñas
arterias que irrigan la piel y los órganos menos críticos (riñones,
intestinos), se contraen para disminuir la pérdida de sangre en caso de heridas
y para dar prioridad al cerebro y los órganos más críticos para la acción
(corazón, pulmones, músculos).
La mente
aumenta el estado de alerta
Los sentidos
se agudizan
UTILIDAD DEL
ESTRÉS
En
condiciones apropiadas (si estamos en medio de un incendio, nos ataca una
fiera, o un vehículo está a punto de atropellarnos), los cambios provocados por
el estrés resultan muy convenientes, pues nos preparan de manera instantánea
para responder oportunamente y poner nuestra vida a salvo. Muchas personas en
medio de situaciones de peligro desarrollan fuerza insospechada, saltan grandes
obstáculos o realizan maniobras prodigiosas.
EL PROBLEMA
DEL ESTRÉS
Lo que en
situaciones apropiadas puede salvarnos la vida, se convierte en un enemigo
mortal cuando se extiende en el tiempo. Para muchos, las condiciones de
hacinamiento, las presiones económicas, la sobrecarga de trabajo, el ambiente
competitivo, etc., son circunstancias que se perciben inconscientemente como
amenazas. Esto les lleva a reaccionar a la defensiva, tornándose irritables y
sufriendo consecuencias nocivas sobre todo el organismo:
Elevación de
la presión sanguínea (hipertensión arterial)
Gastritis y
úlceras en el estómago y el intestino
Disminución
de la función renal
Problemas
del sueño
Agotamiento
Alteraciones
del apetito
DESCRIPCIÓN
El estrés
produce cambios químicos en el cuerpo. En una situación de estrés, el cerebro
envía señales químicas que activan la secreción de hormonas (catecolaminas y
entre ellas, la adrenalina) en la glándula suprarrenal. Las hormonas inician
una reacción en cadena en el organismo: el corazón late más rápido y la presión
arterial sube; la sangre es desviada de los intestinos a los músculos para huir
del peligro; y el nivel de insulina aumenta para permitir que el cuerpo
metabolice más energía.
Estas
reacciones permiten evitar el peligro. A corto plazo, no son dañinas. Pero si
la situación persiste, la fatiga resultante será nociva para la salud general
del individuo. El estrés puede estimular un exceso de ácido estomacal, lo cual
dará origen una úlcera. O puede contraer arterias ya dañadas, aumentando la
presión y precipitando una angina o un paro cardíaco Así mismo, el estrés
puede provocar una pérdida o un aumento del apetito con la consecuente variación
de peso en la persona.
CONSIDERACIONES
Los
episodios breves de estrés trastornan el funcionamiento del organismo; sin
embargo los síntomas desaparecen cuando el episodio cede.
Esto ocurre
con mayor facilidad si la persona posee tácticas efectivas para enfrentar el
estrés y si expresa sus sentimientos normalmente.
CAUSAS
Cualquier
suceso que genere una respuesta emocional, puede causar estrés. Esto incluye
tanto situaciones positivas (el nacimiento de un hijo, matrimonio) como
negativas (pérdida del empleo, muerte de un familiar). El estrés también surge
por irritaciones menores, como esperar demasiado en una cola o en tráfico.
Situaciones que provocan estrés en una persona pueden ser insignificantes para
otra.
SIGNOS Y
SÍNTOMAS
El estrés
afecta órganos y funciones de todo el organismo. Los síntomas más comunes son
Depresión o
ansiedad
Dolores de
cabeza
Insomnio
Indigestión
Sarpullidos
Disfunción
sexual
Palpitaciones
rápidas
Nerviosismo
TRATAMIENTO
Frente a la
falta de respuesta al tratamiento físico, el doctor puede recomendar algún tipo
de psicoterapia.
También
puede recetar tranquilizantes, antidepresivos o betabloqueadores como medida a
corto plazo.
Sin embargo,
en general el uso de medicamentos no se recomienda como solución a largo plazo.
En estos casos no se recomienda el uso de bebidas alcohólicas
CUIDADOS
Si la causa
del estrés es única, por ejemplo la pérdida de su empleo o un divorcio,
enfrente la situación de forma efectiva. Comparta sus sentimientos con los
amigos. No se imponga más responsabilidades hasta acostumbrarse a la nueva
situación.
Si el estrés
persiste debido a irritaciones diarias que no se pueden modificar, tal vez un
cambio radical le ayude, por ejemplo encontrar un trabajo menos agobiante.
Pero sin
duda la mejor terapia es prevenirse, para ello.
Tener
siempre a disposición una válvula de escape; por ejemplo, hacer gimnasia o
algún pasatiempo
Tener amigos
con quienes compartir tanto lo bueno como lo malo
Aprender
técnicas de relajamiento; por ejemplo, yoga, medicación o auto-hipnosis
Evitar el
uso de tranquilizantes o alcohol para hacer frente a las situaciones de estrés
Se debe
tener presente, que frente a los cuadros de estrés causados por factores
negativos, es frecuente que éste se acompañe de un proceso depresivo que deberá
ser atendido simultáneamente por un médico.
Los animales simples se vuelven inactivos siempre que les es
posible -- ellos descansan. El propósito
del descanso es conservar energía, y, mientras tanto, restaurar el organismo.
Por restauración, me refiero a volver las cosas de nuevo a una condición de
línea base necesaria para la actividad posterior – especialmente limpiar los
productos de desecho que se generan durante la actividad.
En los animales superiores, el sistema nervioso se vuelve
cada vez más importante para su funcionamiento. Siendo un sistema
particularmente de alto mantenimiento, el sistema nervioso requiere un
considerable descanso y restauración. Muchos animales han encontrado nichos
temporales – esto es, algún tipo de ciclo diario de actividad y descanso – y la
evolución ha tomado ventaja de los periodos de descanso y usa el tiempo para
restaurar el sistema nervioso. Esto, por supuesto, es el sueño.
Así que el sueño está probablemente dedicado a la
eliminación de productos de desecho del sistema nervioso (y de otras partes,
por supuesto), especialmente la acumulación de neurotransmisores y hormonas
entre las células. Las células que han sido particularmente activas tendrán una
mayor acumulación de sustancias. En el proceso de limpieza, las neuronas a
menudo disparan “accidentalmente” a través de la noche, desencadenando secuencias
de disparos. Algunas veces, por ejemplo, una persona en sueño profundo puede
levantarse y realizar alguna función rutinaria como vestirse o hacer café –
sonambulismo.
El sueño va en ciclos – primero se mueve rápidamente en un
sueño profundo y restaurador, después vuelve hacia el despertar, entonces va de
nuevo, y así. Presumiblemente, este patrón cíclico existe porque el sueño es
algo peligroso para los animales, y es importante comprobar la situación de vez
en cuando. En los animales sociales, es común que uno u otro individuo esté
casi despierto en cada momento, y por tanto disponible para dar la alarma si
fuera necesario.
Cuando hay luz, la información de los ojos va a una región pequeña del cerebro (el núcleo
supraquiasmático) e impide que libere una hormona llamada melatonina. Cuando
está oscuro, la melatonina es liberada y nos dice que durmamos. Por esta razón,
a algunas personas les gusta llamarla la “hormona de Drácula”, ya que solo
aparece por la noche.
Fases del sueño
Las diferentes partes del sueño nocturno tienen
características distintas, las cuales han llevado a los investigadores a
sugerir 4 etapas. La fuente de información más importante sobre las fases del
sueño es el EEG (Electroencefalograma). Varios electrodos (pequeños discos
metálicos) se fijan al cuero cabelludo y se graban los pequeños ritmos
eléctricos de las neuronas en descanso. Tradicionalmente esto se hacía en hojas
de papel continuo, pero hoy en día por supuesto, usamos ordenadores.
Cuando estamos despiertos y ocupados (al menos mentalmente),
estas “ondas cerebrales” son desincronizadas, lo que significa que no muestran
un ritmo claro. Se graban como marcas pequeñas, rápidas e irregulares en el
papel EEG.
Aun así, bajo las marcas dentadas hay una base rítmica
llamada ondas beta, las cuales tienen entre 13 a 17 ciclos por segundo (cps).
Algunas veces, cuando estamos alerta pero por un momento no pensando en nada en
particular, esas ondas se sincronizan, y podemos ver el patrón de ondas beta en
el EEG.
Cuando empezamos a relajarnos y vaciar nuestra mente,
empezamos a generar ondas alfa, de 8 a 12 cps. Esto es normalmente un estado
muy placentero, tanto que alguna gente incluso ha hablado de un “estado alfa”
como algo semejante a la meditación.
Cuando entramos en la fase uno del sueño, las ondas empiezan
a enlentecerse, y se vuelven ondas theta (de 4 a 7 cps). Además, entramos en un
estado de parálisis flácida de los grandes músculos, lo cual significa que
nuestros músculos se vuelven muy relajados y ya no responden más a mensajes
motores del cerebro. Algunas veces, a la vez que nos movemos a lo largo de esta
parálisis, nuestro cuerpo responde como si nos estuviésemos cayendo, y de
repente tenemos una repentina sacudida llamada mioclonía.
Después de un poco, entramos en la fase dos. El EEG muestra
ondas theta cada vez más y más lentas. Además, ocasionalmente se ve un extraño
patrón llamado huso del sueño, que cosiste en ráfagas de actividad muy rápidas,
de 15 cps.
Después de esto, entramos en la fase tres. Ahora vemos las
ondas delta, muy lentas, de 3 cps y menos aun.
Y finalmente, entramos en la fase cuatro, el sueño más
profundo. Ahora el EEG muestra más del 50 % de ondas delta. La fase cuatro es
donde es más común encontrar terrores nocturnos y sonambulismo. Los terrores
nocturnos son periodos de extrema activación emocional que raramente está
acompañada de imágenes (como en los sueños y las pesadillas). El sonambulismo
es cuando una persona se levanta de la cama y vaga por los alrededores, a veces
realizando actividades rutinarias como vestirse. Esto es común en los niños, y
los padres ocasionalmente encuentran a sus hijos esperando el autobús en
pijama. Obviamente no hay parálisis en la fase cuatro. Normalmente no es
necesaria.
Después de la fase cuatro, empezamos a retroceder en las
fases hasta llegar a la fase uno de nuevo. Esto es algunas veces llamado fase
uno emergente, y tiene una cualidad particularmente impresionante: los sueños.
Los sueños están acompañados de movimientos de los ojos, los cuales pueden ser
también registrados en la máquina EEG. A causa de esto, la fase uno emergente
también es llamada de sueño REM (En inglés: Rapid Eye Movements, movimientos
rápido de los ojos). Aquí podemos ver el propósito de la parálisis flácida
mencionada antes: si no estuviésemos paralizados, representaríamos lo que
ocurre en nuestros sueños.
Desafortunadamente para algunas personas, los músculos
pequeños no están paralizados – de forma que es en la fase uno emergente cuando
se habla en sueños. Algunas veces, podemos realmente involucrar a alguien en
una pequeña conversación en esa fase. Es también interesante que los dedos no
estén paralizados, por lo que podemos ver
a personas sordas haciendo signos en sueños.
En una noche media, podemos pasar por cuatro o cinco ciclos
de fases, cada cual toma sobre 90 minutos. Normalmente cada ciclo es menos
profundo, de forma que la mayoría de nuestro sueño profundo de fase cuatro
ocurre en la primera mitad de la noche. El sueño REM (donde experimentamos los
sueños) ocupa cerca del 20 % del sueño total, en cuatro o cinco sesiones.
Aunque, a no ser que realmente nos levantemos, rara vez recordamos las primeras
tres o cuatro sesiones de sueños.
Patologías del Sueño
La patología del sueño más común es la falta de sueño. La
mayoría de las personas necesitan entre 7 y 9 horas cada noche, y relativamente
poca gente lo consigue. Los adolescentes típicamente necesitan sobre 9 horas, y
eso va bajando a lo largo de nuestra vida. La gente más mayor normalmente necesita
unas 7 horas. Por supuesto, los requerimientos del sueño difieren para gente distinta, de la misma
forma que los requerimientos nutricionales, pero la gente tiende a subestimar
sus necesidades. Se cree que el 80 % de los estudiantes universitarios están seriamente
deprivados de sueño.
Las consecuencias de esto son claras: nos volvemos cada vez
más irritables, nuestra capacidad atencional, la memoria, y la habilidad para
aprender cosas disminuye. También tenemos una probabilidad incrementada de
sufrir accidentes. Físicamente, somos más propensos a desarrollar problemas de
tensión sanguínea y corazón. La efectividad del sistema inmune disminuye, y
envejecemos más rápido, acortando nuestra vida.
Alguna gente parece tener problemas para conseguir el sueño
que necesitan. A esto se le llama insomnio, y entre el 10 y el 15 % de la
población lo sufre en cualquier momento. Para la mayoría de las personas, las
causas no son difíciles de encontrar: demasiado estrés y ansiedad; demasiada
cafeína (se encuentra en el café, el té, el chocolate y muchos refrescos);
otros estimulantes; el efecto rebote REM (demasiados sueños) que se produce
cuando se usa alcohol o pastillas para dormir; y los cambios de horario
relativos al cambio de turno de trabajo, los viajes largos, y los cambios
horarios. La mayoría de la gente que tiene insomnio puede obtener una mejora
significativa si atiende estos temas.
Un desorden extremadamente raro – lo sufre un 0.05 % de la
población – es la narcolepsia. Es un problema neurológico que causa que la
persona caiga de repente dormida en momentos raros, algunas veces durante el
día. Esto puede sonar divertido, pero de hecho puede resultar debilitante y
peligroso.
Otro trastorno no tan raro – lo sufre un 4 % de la población
– es la apnea del sueño. La apnea significa estar sin respiración durante el
sueño, lo cual, como se puede imaginar, no es bueno. La gente con apnea del
sueño puede dejar de respirar hasta 600 veces durante una noche. Cuando eso
sucede, el cerebro se despierta, la persona respira profundamente, y cae de
nuevo en el sueño. Esto significa que se obtiene muy poco sueño profundo, y los
efectos son similares a la falta de sueño. Después de un poco, la gente con
apnea del sueño empieza a quedarse dormida durante el día en momentos muy
inconvenientes, como durante la conducción. También se piensa que es una
destacada causa inmediata de ataques al corazón durante la noche.
A pesar de que algunas apneas del sueño son, como la
narcolepsia, una cuestión neurológica, la mayoría tienen que ver con la
garganta: la mayoría de la gente con apnea del sueño ronca. Los ronquidos
suceden cuando la parte trasera del paladar cae hacia atrás en la garganta y
parcialmente bloquea la vía aérea. El sonido es debido a la vibración rápida
del paladar. Para algunas personas, esto es debido a la genética, pero otras a
la obesidad. Aunque roncar no es algo necesariamente peligros (a parte del
potencial homicidio por el esposo/a), puede derivar en la apnea del sueño.
Normalmente, la gente con apnea del sueño acude a las
clínicas del sueño, donde son monitorizados con EEG y otros instrumentos, para
determinar la extensión de su problema. Entonces se les ajusta un aparato
llamado máquina CPAP (En inglés, continuous positive airway pressure, presión
de vía aérea positiva y continua), la cual esencialmente insufla aire en la
nariz para mantener los pasajes aéreos abiertos todo el tiempo. Algunas
personas prefieren someterse a operaciones que incluyen la retirar la úvula y
reforzar el paladar suave paladar cicatrizándolo. Esto no siempre funciona
bien, así que la máquina CPAP se recomienda en su lugar.
Sueños
A medida que estamos más cerca del despertar durante estos
ciclos, somos capaces de desarrollar memorias de los disparos aleatorios de la
restauración neuronal, como haríamos con sucesos perceptuales si estuviéramos
despiertos. Quizá el hipocampo es responsable de trasladar las memorias desde
el almacén de trabajo al almacén a largo plazo (desde la conciencia inmediata a
la memoria). De esta forma somos conscientes de esas secuencias de disparos, y
recordamos la experiencia suficientemente bien para contársela a nuestros
amigos.
Ha sido una idea durante mucho tiempo que los sueños tienen
un significado especial. Freud, por supuesto, hizo de esto una pieza central de
su terapia. Distinguió entre el contenido manifiesto (el significado
superficial o aparente) y el contenido latente (el significado más profundo y
simbólico), y creyó que un psiquiatra podría interpretar los sueños para
descubrir las necesidades o preocupaciones más profundas de un paciente,
aquellas que podrían ser demasiado inconfortables para enfrentarse a ellas,
incluso en los propios sueños.
Sin embargo, durante el pasado siglo, nos hemos vuelto algo
escéptico con esa idea. Soy básicamente escéptico, y algunas veces me refiero a
los sueños como “caca del cerebro”, también conocida en circuitos más
profesionales como residuo diario. Pero, debo añadir que los sueños a menudo
parecen centrarse sobre nuestros temas, y por tanto pueden darnos algunas
pistas que nos lleven hasta nuestras cuestiones.
Si una persona sueña con cosas que provocan ansiedad, parece
razonable creer que esta sufre ansiedad. Si hay ciertos escenarios en nuestros
sueños que nos causan ansiedad, quizá esto son cuestiones importantes para
nosotros. Yo, por ejemplo, sueño frecuentemente con ser criticado o evaluado o
humillado frente a una audiencia. Eso ciertamente tiene sentido para mi.
También sueño un poco con mudarme des una casa a otra. A pesar de que he vivido
en mi actual casa por 30 años, cuando era pequeño me mudaba frecuentemente. De
forma que mis sueños tienen sentido, no solo como residuo diario, sino como
indicadores de mi historia psicológica.
Una emoción es un estado afectivo que experimentamos, una
reacción subjetiva al ambiente que viene acompañada de cambios orgánicos
(fisiológicos y endocrinos) de origen innato, influidos por la experiencia. Las
emociones tienen una función adaptativa de nuestro organismo a lo que nos
rodea. Es un estado que sobreviene súbita y bruscamente, en forma de crisis más
o menos violentas y más o menos pasajeras.
En el ser humano la experiencia de una emoción generalmente
involucra un conjunto de cogniciones, actitudes y creencias sobre el mundo, que
utilizamos para valorar una situación concreta y, por tanto, influyen en el
modo en el que se percibe dicha situación.
Durante mucho tiempo las emociones han estado consideradas
poco importantes y siempre se le ha dado más relevancia a la parte más racional
del ser humano. Pero las emociones, al ser estados afectivos, indican estados
internos personales, motivaciones, deseos, necesidades e incluso objetivos. De
todas formas, es difícil saber a partir de la emoción cual será la conducta
futura del individuo, aunque nos puede ayudar a intuirla.
Apenas tenemos unos meses de vida, adquirimos emociones
básicas como el miedo, el enfado o la alegría. Algunos animales comparten con
nosotros esas emociones tan básicas, que en los humanos se van haciendo más
complejas gracias al lenguaje, porque usamos símbolos, signos y significados.
Cada individuo experimenta una emoción de forma particular,
dependiendo de sus experiencias anteriores, aprendizaje, carácter y de la
situación concreta. Algunas de las reacciones fisiológicas y comportamentales
que desencadenan las emociones son innatas, mientras que otras pueden
adquirirse.
Charles Darwin observó como los animales (especialmente en
los primates) tenían un extenso repertorio de emociones, y que esta manera de
expresar las emociones tenía una función social, pues colaboraban en la
supervivencia de la especie. Tienen, por tanto, una función adaptativa.
Existen 6 categorías básicas de emociones.
MIEDO: Anticipación de una amenaza o peligro que produce
ansiedad, incertidumbre, inseguridad.
SORPRESA: Sobresalto, asombro, desconcierto. Es muy
transitoria. Puede dar una aproximación cognitiva para saber qué pasa.
AVERSIÓN: Disgusto, asco, solemos alejarnos del objeto que
nos produce aversión.
ALEGRÍA: Diversión, euforia, gratificación, contentos, da una
sensación de bienestar, de seguridad.
TRISTEZA: Pena, soledad, pesimismo.
Si tenemos en cuenta esta finalidad adaptativa de las
emociones, podríamos decir que tienen diferentes funciones:
MIEDO: Tendemos hacia la protección.
SORPRESA: Ayuda a orientarnos frente a la nueva situación.
AVERSIÓN: Nos produce rechazo hacia aquello que tenemos
delante.
IRA: Nos induce hacia la destrucción.
ALEGRÍA: Nos induce hacia la reproducción (deseamos
reproducir aquel suceso que nos hace sentir bien).
TRISTEZA: Nos motiva hacia una nueva reintegración personal.
Los humanos tenemos 42 músculos diferentes en la cara. Dependiendo
de cómo los movemos expresamos unas determinadas emociones u otras. Hay
sonrisas diferentes, que expresan diferentes grados de alegrías. Esto nos ayuda
a expresar lo que sentimos, que en numerosas ocasiones nos es difícil explicar
con palabras. Es otra manera de comunicarnos socialmente y de sentirnos
integrados en un grupo social. Hemos de tener en cuenta que el hombre es el
animal social por excelencia.
Las diferentes expresiones faciales son internacionales,
dentro de diferentes culturas hay un lenguaje similar. Podemos observar como en
los niños ciegos o sordos cuando experimentan las emociones lo demuestran de
forma muy parecida a las demás personas, tienen la misma expresión facial.
Posiblemente existan unas bases genéticas, hederitarias, ya que un niño que no
ve no puede imitar las expresiones faciales de los demás. Aunque las
expresiones también varían un poco en función de la cultura, el sexo, el país
de origen etc. Las mujeres tienen más sensibilidad para captar mejor las
expresiones faciales o las señales emotivas y esta sensibilidad aumenta con la
edad. Otro ejemplo son los rostros de los orientales, especialmente los
japoneses, son bastante inexpresivos, pero es de cara a los demás, porque a
nivel íntimo expresan mejor sus emociones.
Las expresiones faciales también afectan a la persona que nos
está mirando alterando su conducta. Si observamos a alguien que llora nosotros
nos ponemos tristes o serio e incluso podemos llegar a llorar como esa persona.
Por otro lado, se suelen identificar bastante bien la ira, la alegría y la
tristeza de las personas que observamos. Pero se identifican peor el miedo, la
sorpresa y la aversión.
Las emociones poseen unos componentes conductuales
particulares, que son la manera en que éstas se muestran externamente. Son en
cierta medida controlables, basados en el aprendizaje familiar y cultural de
cada grupo:
Expresiones faciales.
Acciones y gestos.
Distancia entre personas.
Componentes no lingüísticos de la
expresión verbal (comunicación no verbal).
Los otros componentes de las
emociones son fisiológicos e involuntarios, iguales para todos:
Temblor
Sonrojarse
Sudoración
Respiración agitada
Dilatación pupilar
Aumento del ritmo cardíaco
Estos componentes son los que
están en la base del polígrafo o del "detector de mentiras". Se
supone que cuando una persona miente siente o no puede controlar sus cambios
fisiológicos, aunque hay personas que con entrenamiento sí pueden llegar a
controlarlo.
¿Qué es lo que nos produce el
miedo a nivel fisiológico?
Cuando nos encontramos ante un
estímulo que nos provoca miedo o temor, nuestro cuerpo reacciona activándose,
de manera que estemos a punto para cualquier reacción de lucha o huída que sea
preciso a fin de protegernos, ya que nuestro impulso más básico es el de la
supervivencia.
La activación se produce de la
siguiente manera:
El lóbulo frontal de la corteza
cerebral por la acción del hipotálamo activa la glándula suprarrenal.
La glándula suprarrenal descarga
adrenalina.
Las pupilas se dilatan.
El tórax se ensancha.
El corazón se dilata, aumenta la
provisión de sangre.
Se produce un aumento de la
tensión arterial.
Los músculos se contraen.
El hígado libera glucosa, el
combustible de los músculos.
La piel palidece.
Los bronquios se dilatan para
aumentar el volumen de oxigeno.
Las piezas fundamentales de sistema endocrino son las
hormonas y las glándulas. En calidad de mensajeros químicos del cuerpo, las
hormonas transmiten información e instrucciones entre conjuntos de células.
Aunque por el torrente sanguíneo circulan muchas hormonas diferentes, cada tipo
de hormona está diseñado para repercutir solamente sobre determinadas células.
Una glándula es un conjunto de células que fabrican y
secretan (o segregan) sustancias. Las glándulas seleccionan y extraen
materiales de la sangre, los procesan y secretan el producto químico resultante
para que sea utilizado en otra parte del cuerpo. Algunos tipos de glándulas
liberan los productos que sintetizan en áreas específicas del cuerpo. Por
ejemplo, las glándulas exocrinas, como las sudoríparas y las salivares, liberan
secreciones sobre la piel o en el interior de la boca. Sin embargo, las
glándulas endocrinas liberan más de 20 tipos de hormonas diferentes
directamente en el torrente sanguíneo, desde donde son transportadas a otras
células y partes del cuerpo.
Las principales glándulas que componen el sistema endocrino
humano incluyen:
El hipotálamo
La hipófisis
La glándula tiroidea
Las glándulas paratiroideas
Las glándulas suprarrenales
La glándula pineal
Las glándulas reproductoras (que incluyen los ovarios y los
testículos).
Relación entre sistema nervioso y endocrino
Por mucho tiempo se pensó que los sistemas nervioso y
endocrino funcionaban de manera independiente, ya que tanto la estructura y la
fisiología del uno como del otro son, en realidad, diferentes. Las diferencias se
centraron en la forma como es transportada la información de un lugar a otro
dentro del organismo.
En el sistema nervioso, por ejemplo, los impulsos eléctricos
se conducen a través de las neuronas hacia un objetivo donde se liberan los
neurotransmisores y se difunden en el tejido receptor; todo esto transcurre en fracciones
de segundo.
En el sistema endocrino las hormonas, que son moléculas
específicas, se difunden hacia el torrente sanguíneo para ser llevadas a las
diferentes regiones del organismo donde son requeridas. Este proceso puede demorar
entre unos pocos minutos hasta horas; sin embargo sus efectos son duraderos, a
diferencia de los efectos de la conducción nerviosa que son muy cortos. En
ambos casos, tanto los neurotransmisores como las hormonas interactúan con
receptores específicos para producir una respuesta determinada.
Existen suficientes bases científicas para demostrar que hay
una gran relación entre el sistema nervioso y el sistema endocrino. Para
comenzar se puede mencionar que ambos sistemas tienen un origen evolutivo común
que se evidencia en un sistema de comunicación celular primitivos.Esto se observa en representantes de los
reinos bacterias, protistas y hongos, los cuales poseen moléculas reguladoras
que cumplen una doble función, tanto de neurotransmisores como de hormonas, de
una manera muy similar a algunas moléculas presentes en animales vertebrados.
Por otro lado, se sabe hoy que algunas molé-culas de
neurotransmisores tienen una composición química idéntica a la de algunas
hormonas. Este hecho acentúa la relación entre estos dos sistemas que pueden
ser integrados bajo el nombre de sistema neuroendocrino.
Para terminar, es importante resaltar el hecho de que también
existen neuronas encargadas de secretar neurotransmisores, denominadas células
neurosecretoras. Las secreciones de estas cé-lulas son difundidas hacia el
torrente sanguíneo para ser transportadas a tejidos específicos, tal como
sucede con las hormonas.
Tanto el sistema nervioso como el endocrino participan en el
movimiento de las extremidades del cuerpo humano.